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Mensaje por Scott Meagher Sáb Abr 04, 2020 11:27 pm
MEADOWS, SCOTT
Who's to say that dreams and nightmares aren't as real as the here and now?
datos básicos
DISTRITO 08
MENTOR
36 AÑOS
Eddie Redmayne
vida del personaje
Scott es el menor de los dos hijos de la pareja formada por Samuel y Leanne Meadows, trabajador de fábrica y tejedora respectivamente. Leila (su hermana mayor) y él trabajaban desde pequeños con su madre tras el colegio para ayudar a mantener a la familia. Eran pobres de solemnidad, pero gracias al trabajo conjunto de los cuatro conseguían ir tirando sin necesidad de pedir teselas.

O así fue, claro, hasta que Samuel murió cuando Scott tenía catorce años. Un desafortunado accidente con una de las máquinas de la fábrica en la que trabajaba acabó con la muerte de Samuel y otros quince empleados de la misma. A partir de entonces tanto Leila como Scott tuvieron que coger teselas para que la familia no pasara apuros.

Y así llegamos a los dieciséis años de Scott. Un poco de mala suerte por aquí, una pizca de desatino por allá, y el nombre que salió del bombo fue el suyo. Por supuesto que nadie se presentó voluntario por él. ¿Quién iba a hacerlo? Nadie en el distrito quería pasar por algo así, ningún chaval tenía instintos suicidas que pudieran haber jugado a favor de Scott.

Se despidió de su madre y de su hermana y viajó junto con su compañera, Martha, hacia el Capitolio. Iban tan sólo con el acompañante, no había vencedores vivos del distrito 08 que pudieran aconsejarles. Estaban solos en aquel trance.

Scott estaba convencido de que moriría, así que no se esforzó en conocer a los demás tributos, no se esforzó en buscar alianzas. Si prestó atención en los talleres de entrenamiento fue simplemente porque era una forma de pasar el tiempo sin estar constantemente aterrorizado por su inminente futuro. Sacó un mediocre cinco en la evaluación y entró en la Arena prácticamente meándose en los pantalones.

Y por una vez la suerte se puso de su lado. El escenario era una sabana, sin apenas sitios para esconderse más allá de cuatro árboles dispersos y las altas hierbas. A la hora de la verdad él sólo echó a correr. No se paró a ver qué pasaba a sus espaldas, simplemente corrió mientras oía la masacre a sus espaldas. Ni se le pasó por la cabeza intentar coger algo de la Cornucopia, eso sí que hubiera sido suicida.

En lugar de eso, su carrera lo llevó hasta una pequeña charca maloliente junto a un baobab raquítico pero que algo de sombra daba y, pasado el momento de pánico inicial, comenzó a prepararse: puede que no tuviera las mejores papeletas, pero al menos tenía que intentarlo. Se hizo con una piedra grande y a base de golpes la afiló. Cogió montones de hierbas altas y comenzó a trenzarlas y a tejerlas. De ellas sacó cuerdas, redes y mantas con las que camuflarse en lo que, por suerte, era un ambiente casi monocromático. Dispuso redes en la charca porque, de ver otros juegos, suponía que no habría muchas fuentes de agua y esta atraería a los demás tributos. Y se preparó para esperar.

Su primera víctima se enredó en las redes de la charca y murió ahogado al empujarlo dentro. El segundo perdió la consciencia por un golpe en la cabeza y lo ahorcó. Se valió de la charca para sobrevivir, de sus mantas para esconderse, y de sus cuerdas para matar. Robó todo lo que pudo de sus víctimas y todo terminó cuando sonó el cañonazo al clavarle una lanza en el corazón al tributo del distrito 02.

Así fue como se convirtió en el ganador de la quincuagésimo cuarta edición de los juegos del hambre. Todo lo que pasó después fue prácticamente como si no sucediera. O al menos Scott no tiene muy claro cómo fueron las entrevistas ni nada. Sólo recuerda el momento de llegar a su distrito y abrazar a su madre y a su hermana. Estaba a salvo. Al menos en teoría.

Al año siguiente se encontró con la sorpresa (que no debería haber sido sorpresa si hubiera pensado un poco) de que tenía que ser mentor de los nuevos tributos. No quería. Odiaba esa posición. Se sentía un farsante. Lo suyo había sido pura suerte. Y, sin embargo, sus compañeros del colegio, sus vecinos, lo miraban con algo similar a la esperanza…

Juegos a parte, se trasladó él solo a la villa de los vencedores. Su madre no quería abandonar su casa y su hermana acababa de casarse y vivía con su marido. Aunque cuando hace ocho años su marido murió, se trasladó con su hijo (sobrino de Scott) a vivir con él. Y cuando Leila murió por una terrible y debilitante enfermedad, fue Scott el que se hizo cargo de la pequeña.
datos curiosos
—Para pasar el tiempo y no pensar en sus traumas, dedica su tiempo libre al diseño de ropa, al ganchillo y a tejer a dos agujas. Su sobrino, de broma, a veces lo llama abuela por ese tipo de aficiones.

—También colecciona pinturas. Tiene su dormitorio lleno de cuadros. Dice que se siente mejor rodeado de color.

—Procura no crear lazos con los tributos. Sabe que tienen pocas o ninguna posibilidad de salir vivos de la Arena, y prefiere sufrir lo menos posible cuando mueran. No por ello deja de hacer su trabajo como mentor lo mejor que sabe.

—Cada año en la Cosecha sufre como si él mismo volviera a estar entre los posibles tributos, pero más aún desde que su sobrino cumplió los doce años y pasó a ser un posible elegido.

—Viaja con frecuencia al Capitolio, aunque sólo sea para comprar más cuadros para su colección, cumplir con sus deberes como mentor o por los caprichos de algún habitante de la capital.

Scott Meagher
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Fecha de inscripción : 02/12/2018

Scott Meagher
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